Portada (comentario sobrio, pero acertado)
Magnífica obra, de limpia trayectoria, y una tan sólida como firme línea argumental. Estupendas
actuaciones, con un profundo calado estereotipado así como diálogos que
bailotean pasos sobre las formulas clásicas y humorísticas, con estupendo
resultado, por cierto. Los efectos especiales: más que aceptables, con buenas
escenas de un controlado salvajismo, que brinda oportunidades incluso a la
comicidad más hilarante con una de sus escenas finales, que incluye una
ciertamente acertada lluvia de trozos de tiburón.
Pero dejemos a un lado los aspectos técnicos, y centrémonos
en el argumento, de la manera más sobria posible:
La historia se centra en un clásico pueblo costero que
sobrevive del turismo, pero que no está pasando uno de sus mejores momentos. Y justamente
para paliar este problema, aparece el hijo del alcalde con la idea de montar un
festival durante el verano que atraiga a jóvenes de todo el país. La cosa
comienza a ponerse en marcha, tanto para bien, como para mal. Porque para
desgracia del colectivo organizador, unos extraños tiburones de arena comienzan
a aparecer y ponen en el peligro la integridad del festival… y lo demás es pura
delicia fantasiosa.
Los personajes son singulares, tenemos desde el clásico
alcalde que uno no sabe cómo puede haber llegado a ser alcalde, hasta el hijo
del alcalde que uno no sabe cómo ha podido salir del vientre de la alcaldesa.
Tenemos también a la bióloga marina experta en tiburones, con un portentoso
atractivo físico (mi adorada Brooke Hogan), dos policías que son hermano y
hermana, ¡e incluso el estupendo loco del pueblo que se ofrece a cazar
tiburones!, lo tiene todo, vaya.
A pesar de lo evidente del asunto, me veo en la obligación
de mencionar lo sumamente curioso que resulta el tema de que los tiburones…
¡sean de arena! El efecto queda logrado, visualmente hablando, e incluso la
idea recibe una explicación plausiblemente absurda e ingeniosa dentro del mundo
de la serie B.
Escenas infinitamente graciosas como las del festival de
miles de personas, en cuyos planos aparecen siempre los mismos figurantes (con
especial mención para un súper gordo, que además ni muere), muertes de
tiburones a tutiplén, muertes de humanos que van por el mismo derrotero, y la
sensación casi a mitad de película de sentir que no sabes por dónde van a ir
los tiros en las siguientes escenas, cosa que se agradece.
Especial mención requiere el asunto de que no haya desnudos
en toda la película. Aunque con un cierto erotismo insinuado, no aparecen ni
pechos ni pechotes, lo que demuestra que se puede hacer serie B de calidad sin
mostrar desnudos. Ahora, que si hubiera habido desnudos ya apaga y vámonos,
porque menuda obra maestra.
Lo mejor: la tensión casi continua de la película, con un
interesante ritmo frenético
Lo peor: los más ingratos dirían que la falta de senos, pero
yo que soy un afamado crítico cinefálico, diré que la falta de penes (why not?,
en las películas lo único que se ven son pechos, ¡arriba los cipotes, que
también son graciosos!)
Veredicto: 8, rozando el sobresaliente (espléndida para una
noche en la playa, y crear una nueva y absurda fobia a la arena)
Fdo: Vincenzo Lametto
Momento de la lluvia de tiburón (me ha costado mucho contenerme y no poner una foto sensual de Brooke Hogan)
Trailer