Los tiburones de dos cabezas son animales imprevisibles
Lo que podría haber sido... y nunca
llego a ser.
Y es que esta película se las prometía como la última
frontera de su género (mega tiburones sedientos de sangre), un género que a
esta casa, le atrae más que a una horuguita el fuego.
Y es que todos los que conocemos
The Asylum, la productora más prolífica en cuanto a la generación de basura
cinematográfica que existe, esperábamos otra trepidante hora y media de
insultos a la mítica “ Tiburón” , eso sí pero con clase.
Y es que esta vez, todo es tan cutre que ni te lo crees. Para
empezar, las muertes son TODAS iguales, sosas, aburridas, a ras de orilla y
cutrísimas (viene a mi memoria la de dos muchachas virginales ante los ojos del
muchacho que se las quería pinchar). Aunque sin duda, la única que merece la
pena es la de un pobre negrillo al cual el tiburón hace saltar por los aires
para cazarlo en pleno vuelo.
Por hacer un resumen rápido, unos
estudiantes de no sé que mierda van de
camino en un barco a las Islas Salomón, con sus profesores y dos morenos que
hablan en bosnio o algo parecido... La cosa es que mientras están por hay algo
les jode la chapa del barco y no pueden seguir hasta que lo arreglen. La cosa es que cuando les pasa esto se dan
cuenta de que están al lado de un atolón (palabra que por cierto flipan todos
los estudiantes con ella en la peli) y el profe decide llevárselos al trozo de
piedra ese a buscar “chatarra” para arreglar el barco. Y es en todo este coñazo
cuando se van sucediendo las muertes.
Pero cuidado, que no es todo tan
soso... para compensar, el suspense aumenta cuando ves que el tiburón ¡está
haciendo que la isla se hunda a base de romper el coral que está en su base!, y
no solo eso, que luego además ¡también se ve afectada por un tsunami! Vamos que
más que los estudiantes, lo que más sufre es el entorno natural.
Pero en fin... que es que la
película no tiene nada... ni una explicación decente de por qué un tiburón, aparte
de ser enorme. tiene dos cabezas, ni que cojones estaban estudiando los pipas del
barco... nada. Salvo tías buenas ¡que ni
siquiera enseñan todas los senos! Por no decir de comentarios absurdos que no
vienen a cuento, cambios de escena que
no se explican, un tiburón que cuando muerde se le doblan los dientes, unas
expresiones de terror que dan risa... vamos, que The Asylum de esta se corona.
PD: Sale Carmen Electra, que desde
luego se lo curra para mantener la línea de mierda de lo que es la película.
Menos mal que la mata un tiburón surfista que si no...
Veredicto: 3, un punto por cada divino atributo de Brooke Hogan, alias “la Bielorusa” (que es la prota, vamos)
Fdo: Carlos Chorizo Picante
Resumen ilustrado de la película
Trailer