Estremecedora imagen del animalillo
Un tiburón
se escapa de la manera más absurda en un pantano. Este bicho (que no es un tiburón
normal, sino uno traído de a tomar por saco en las profundidades más malignas
del océano) tiene hambre y se come a un caimán que tienen enjaulado en un
restaurante típico americano, y a un borracho. Para que no les cierren el
restaurante, los dueños van en su caza, porque la policía acusa a los del
restaurante de la muerte del borracho… pero eso no es todo, porque a la caza se
une un súper-agente secreto americano encargado de nosequé mierda, que quiere
detener a un hombre malo…muy malo, que es el responsable de que el tiburón ande
por allí.
Este
apasionante thriller te envuelve en un mundo de personajes únicos, tales como
un madero corrupto, sus ayudantes a cada cual más peculiar: un voyeur, un
idiota más fácil de engatusar que a un gato con una bola de papel, y un tío
bajito con bigote, que nada más verlo sabes que va a morir (y que
sorprendentemente no muere). Hay también un forzudo de esos que los ves y te
dan ganas de correr a abrazarlo, un asiático gordo, unas encargadas del bar tetonas,
un novio tonto como pocos, un tipo del
gobierno que ni fu ni fa… ¡y adolescentes borrachos! Si es que lo tiene todo. El
tiburón se come un poco por aquí, otro por allá… hay que destacar que nunca se
come una pieza entera, se ve que es un tiburón muy especialito (hay una escena
crítica en la que pega un brinco y se come la cabeza de un tipo, dejando todo
el santo cuerpo ahí, para que se eche a perder…) tiene grandes momentos,
situaciones estúpidas, y un final de ¡pero qué cojones!, muy recomendable, sí
señor. El único fallo es que el tiburón sale muy poquitas veces y de forma
bastante fugaz…pero aún así todo una recomendación, de obligada visión cuando
la vuelvan a poner en Antena 3 (ahí la pusieron por primera vez un sábado después
de comer) o incluso para bajársela sin miedo a aburrirse.
Nota:
7,5
Fdo:
Vincenzo Lametto
Haciendo migas con la criatura
Y el trailer
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