Otra espectacular portada que ya invita a ir a por patatas y cerveza al chino
Simplemente, soberbia.
Esta película, no
es solo una película sin más, si no que es el estandarte de toda la compañía
The Asylum. Para todo el que no sepa de qué hablo, le recomiendo el video que
hay al final de esta entrada. Creedme que o vomitáis en medio del salón, u os
empieza a picar el culo con verla.
Este peliculón nos
habla de dos pobres animales prehistóricos que llevan milenios con un asunto
entre manos: matarse entre ellos.
La cosa es que
estos dos figuras se quedaron atrapados en un glaciar durante la era de hielo,
hasta que un día, llega un tío con un caza, tira nosequé movida sónica al mar,
rompe el hielo, y nuestros queridos amigos salen (vivos y coleando) del glacial
dispuestos a comer submarinos. Todo esto, pasa delante de nuestra querida
protagonista, que ese día no tenía nada mejor que hacer, que irse al polo norte
a ver como las ballenas se ponen cachondas con música de Mozart. La cosa es que
nuestra doctora se va to rallada a california donde queda con su antiguo profe
de la universidad para que le ayude a descubrir lo que pasa. A la pandilla se
suma un japonés que está investigando el ataque del pulpo a una planta
petrolífera en el mar de Japón (la cosa es que los dos bichos salen del polo
norte, y a uno le da por irse a Tokyo y al otro a San Francisco). Tras matar a
un montón de gente y demostrar que la marina estadounidense no vale ni pa tomar
por culo, a nuestros genios (la rubia, el viejuno y el japo) se les ocurre que
como se llevan tan mal, pues mejor hacer una quedada y que se hostien ellos
solos.
Con este panorama
tan trepidante, Mega Shark V.S Gigant Octopus nos ofrece hora y media de autenticas lecciones sobre el mundo de las
ciencias naturales. Entre ellas que pueden comer tanto personas como acorazados
de la marina, que son capaces de cambiar de tamaño y que si mezclas agua de
colores puedes descubrir feromonas.
Todo un recital de
escenas repetidas descaradamente una tras otra, submarinos que parecen
supositorios flotantes (uno de los principios básicos de esta compañía),
actores tan buenos como el que hace de japonés o nuestro conocido Rey de los
Colchones, Lorenzo Lamas, y explicaciones causales que ya las hubiera querido
para sí Newton o Einstein.
En resumidas
cuentas, todo un clásico del cine casposo que todo aquel que lea este blog no
puede perderse.
Nota: 9
Fdo: Carlos Chorizo Picante
¿Jocundo verdad? Pues así toda la película
La escena que te hará ver la peli
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