martes, 21 de febrero de 2012

Desembraga a fondo


Portada del famoso film, por desgracia, solo disponible en VHS

Hace tiempo que quería hacer la crítica de este fastuoso film cadavérico repulsivo, germinado en los más oscuros años del destape, pero concebido a pesar de todo desde una óptica infinitesimodecimalmente más profunda que el resto de cintas defecadas durante el período.

Y esto es así porque la película, además de perseguir el hermosísimo objetivo consistente en sacar mujeres desnudas a diestro y siniestro como el que se saca mocos de la cueva en período de constipado, también persigue un bello y noble objetivo: el de perpetuar y recalcar la importancia que ha tenido el pelo en este país. Porque es una cosa bonita, natural, elegante, y porque todo el mundo lo tiene en mayor o menor medida, que si no, Hacendado sacaría su línea de pelos “for the body”. 

Si bien es verdad que el film tiene matices ciertamente influidos por el cine soviético de Stolichnovsky, muy buen director de cine, y mejor frutero de todo su pueblo. También se aprecian algunas reminiscencias freudianas sobre todo durante lo que viene siendo el nudo de la película, y otras más bien kafkianas, fundamentalmente durante el momento más apoteósico de toda la cinta, cuando Esteso le chupa el pezón a Estela Reynols.

Porque efectivamente, señoras y caballeros, la estrella (fugaz) de esta película, en el ámbito femenino, es la gran Estela Reynols, que interpreta el complicado papel de una prostituta que va de Suecia a la Costa Brava con el objetivo de encontrarse a sí misma, viajando dentro de una furgoneta con su adorable amigo Jacobo, interpretado por Esteso, que es el verdadero protagonista. Una de las frases más majestuosas de la película, imbuida por esto anterior, es precisamente la siguiente: “¡Ay Jacobo que te adobo!”.

Durante el viaje estos dos simpáticos suecos (que misteriosamente hablan castellano que da gusto) descubren que se aman profundamente. En el transcurso de este descubrimiento, hacen acto de presencia cosa de 75 pechos, 98 culos (con sus respectivas partes, lo que daría un total aproximado de el doble de medios culos), 49 chuminos peludos y 743 piernas, todos miembros femeninos de féminas españolas, incluso los chichis peludos que, para los ilusos, informo de que no fueron cedidos por muchachas portuguesas. En aquella época era todo así, al natural.

Y esto viene siendo todo, es una película de amor, odio, rencillas entre amigos, pechos femeninos, parajes idílicos, conflicto de intereses, maduración emocional de personajes, culos femeninos, ropa hortera, expresiones arcaizantes hasta decir: señores córtenme las venas que a mí no me quedan fuerzas, etc, etc. Ah, sí, y más culos y pechos femeninos.

Cuantas más veces veo la película (es una de esas que están en todas las estanterías de al lado de la tele en los pueblos de toda España) más me sorprendo de que, a pesar del éxito, su director (el mismísimo Steven Spielberg) no decidiera hacer una segunda parte, puesto que la trama tiene un desenlace que invita a la segunda parte, ya que no deja demasiado clara la sexualidad de la magistral Estela Reynols, cosa que podría dar mucho juego en la secuela.

Con todo y con esto, fantástica película, muy recomendable sí señor, muy digna, y no creo siquiera que sea plausible ponerle una puntuación clara, puesto que la película ha de ser visualizada para entender que no entra dentro de ningún baremo conocido, al menos por el momento.

Fdo: Vincenzo Lametto





 Concepto en torno al cual gira la película

lunes, 20 de febrero de 2012

Terror en el Abismo (Shark Attack 3: Megalodon)

Ahí llevas la portada

Traducida fielmente al castellano con el nombre de  “Terror en el Abismo”, Shark Attack nos ofrece    
95 minutos de cancerígeno largometraje sobre la el día a día de unos tiburones gigantes.
Y es que damas y caballeros esta película no hace más que engordar la saca de bazofia de la que se nutre este blog, pero eso sí, de la forma más descarada que un servidor a pronunciado jamás.

Para hacerlo de forma rápida e indolora, la película versa sobre los escarceos asesinos de un tiburoncete que, atraído por una red de cableado de fibra óptica que los directivos de Ono deciden colocar en las profundidades del pacifico californiano, arrampla con todo rastro de vida humana que encuentra a su paso. Hasta aquí son todos convencionalismos propios de este fascinante genero de megatiburonesmatapersonas, pero ¡¡¡AJA!! aquí viene el truco del asunto, resulta que el malvado tiburón enorme y al que todos consideran un megalodón (lo deduce un superequipo de científicos con solo ver un diente) no lo es y solo es un tiburón muy grande. ¿Y cómo se dan cuenta? Pues porque de la nada aparece el verdadero megalodón que es 80 veces más grande y en cuyas fauces tienen cabida balsas con más de diez seres humanos. Pero bueno, como todos sabemos, no hay mal que no arregle un buen misil subacuático teledirigido ¿no?

Pues esta es toda la trama, una autentica mierda sacada de las heces de un mono ti ti madagasquiano con diarrea. Pero no nos engañemos... ¡¡¡a quien cojones le importa la trama!!! lo que queremos son efectos especiales de mierda no?? de esos de Play 1 a que si?? Pues no, de esos solo tenemos los últimos 5 min de película y porque no les quedaba más remedio.
Y es que, queridos amigos, la gente que hizo esta película son los mismos depravados que crearon los supermercados Día y al calvo del Lidl, gente comprometida con la cutrez hasta tal punto que no te crean un tiburón de plástico o tan digitalizado que se le ven los pixeles, no. Ellos cogen una imagen de National Geographic de un tiburón saliendo del agua, la amplían por 10 y le meten humanos en la boca, y así consiguen el efecto de un megalodón comiéndose gente ¡OLEEEÉ!

Lo mejor: Esto último que acabo de decir... Ahhh y la escena del escaneamiento del diente, alucinante la tecnología punta que tiene esta gente XD

Lo peor: Tener que hacer la critica... vaya mierda de película... :(

Nota: 5, solo por el reciclado que han hecho de  los documentales de la 2 para hacer esta superproducción

Fdo: Carlos Chorizo Picante 


Así todas las escenas, figúrate el "level" que tiene el asunto

Trailer

sábado, 4 de febrero de 2012

Sharktopus

 
Adiós misterio, así es el bicho

Después de casi un mes de parón, vuelta a la basura, esta vez de la mano de Sharktopus, un apasionante thriller romántico-destructivo con tintes del cine más profundo e independiente americano, que bien puede recordar a las películas de Clint Eastwood o bien al grandioso Ed. Wood. Vamos que es una auténtica mierda por decirlo de alguna manera tan absurda como inserviblemente rebuscada y jactante. La trama comienza en un sitio nunca antes visto en este tipo de películas y es, atención-redoble-de-temblores-y-agárrense-los-machos-y-las-machas… ¡Los Ángeles! Muchos os preguntareis: pero bueno, ¿cómo  han podido introducir en una película de este tipo algo tan sumamente novedoso? Bien, pues lo mismo se pregunta uno cuando va al zoo y ve a los monos de culo rojo, supongo (¿¿??).

Aquí en L.A., unos tipos están experimentando para crear un arma definitiva para la marina, y no se les ocurre nada mejor que coger a un tiburón-pulpo (que ni explican cómo ha sido creado ni nada, evidentemente, y según declaraciones posteriores del director: “ya cada uno que se lo imagine como quiera, aunque para nosotros lo más plausible, y lo que dejamos ver entre líneas en el film, es un intercambio malsano de sexo interracial zoófilo, lo que daría como resultado a este bicho.”) Vamos, que utilizan mediante control remoto a un tiburón-pulpo, hecho de manera más o menos peculiar y agraciada (digitalmente hablando), como arma, pero durante las pruebas se les escapa y se marcha a México, así que sus perseguidores van hacia él con ímpetu y extrañas virtudes y tecnología. El paso inmediatamente posterior en la trama después de esto (que son como los 15 primeros minutos de película) es que muere todo el mundo menos el chico y la chica guapos, y se acaba la película. No quiero llamar a esto ni spoiler ni esputo, ya que conocer dicha información puede salvarle a uno de tensiones en el film que pueden llevarle a plantearse la pregunta de: ¿Dios mío, los va a matar? La respuesta es: sí, a todos.

Tiene tantas escenas innecesarias como personajes absurdos, algunos de los cuales tienen un nivel de gracia que alcanza al mismísimo sida, es decir, cero. La idea es original, un tiburón-pulpo, ¿dónde se había visto eso? pero las escenas chulas están poco concentradas y el tiempo pasa lento esperándolas, aunque cuando llegan está bien. Es demasiado larga y se pierde mucho el tiempo con tonterías, una pena, que diría un experto cinefálico, porque los efectos “especiales” están graciosos, la música también, y a veces se la juegan con planos imposibles y montaje extremo, así como escenas inesperadas.

Apunte nº1. En ocasiones parece que es un documental sobre los “resorts” de la costa oeste mexicana.
 
Apunte nº2.  Actor fracasado clave en el film, Eric Roberts, que si lo buscas en Google dirás: “este tío me suena”, pero al igual que yo, no recordarás ninguna película en la que salga.
 
Apunte nº3. Escena: chica en bikini buscando con un detector de metales en la playa. Viejuno voyeur detrás de ella, con cero de disimulo en su haber. Aparece el Sharktopus y se la come a ella. El viejo se lleva la moneda que ésta indeseable había encontrado. ¿Lo curioso? Durante toda la escena, y sobre todo al final, le invade a uno la extraña sensación de que está viendo el anuncio de un champú.
 
Apunte nº4. Probablemente las peores reacciones de las víctimas jamás vistas al ser atacadas por el Sharktopus, ultrafalsas.
 
Nota: a pesar de todo, se lleva un 6,5
 
Fdo: Vincenzo Lametto
 
Imagen encontrada en una crátera griega del V a.E. que sirvió de inspiración para la creación de la película

Trailer