viernes, 31 de agosto de 2012

Iron Sky


Naturalmente, el cartel

¡Es! Efectivamente, la película de la que todo el mundo, y por todo el mundo me refiero a un escueto grupo de gente con la suficiente clase cerebral como para saber admirar este tipo de obras bizarras, habla, comenta, rumorea y cuchichea. Lleva estrenada un tiempo, pero como no hay que forzar la maquinaria, no he subido la crítica hasta ahora. Pero vaya crítica.

Comencemos por donde se debe. Los nazis, antes de ser derrotados en la Segunda Guerra Mundial, se montan en un cobete y se marchan a la Luna, a vivir mágicas aventuras. Allí forman un mundo de fantasía aria, pura raza, ese cuerpo, potencia germánica y un nuevo y esplendoroso Reich. Como debe de ser.

Ellos viven felices en su totalitario mundo, hasta que llegan unos astronautas terráqueos, a los que confunden con espías, entonces los nazis dicen: “me caaaaaaaguen…” y comienzan a pasar cosas. Porque de eso van las películas en general, en todas ellas suelen pasar cosas, y Iron Sky no se queda atrás. Pasa una cosa detrás de otra, llegando a rozar la locura del pasamiento, no sé si saben ustedes lo que quiero decir, y llega incluso un momento que pasan tantas cosas, que ni siquiera ha pasado nada.

Y eso es lo bonito de esta película que nos hechiza por el erotismo ario nazi-lunar.

Tiene los clásicos elementos del género bizarro-humorísticos-nazisdestructivo-contintesindependientes. Hay humor, amor nazi-espacial, odio nazi-espacial, intrigas nazi-espaciales, negros, albinos…vaya, un sublime fantasía. Además, a pesar de estar hecha supuestamente con cuatro duros, tiene unos efectos especiales que ya los quisiera muchas veces The Asylum, aunque en realidad, ya quisiera The Asylum muchas cosas.

En fin, esta película es sensacional, ya solo por el hecho de mencionar nazis en la luna, debería ser vista, pero es que los guionistas además se esforzaron por darle cordura y sentido a todo ese envarado de varas que envaran la envaradura de esta película, porque desde el principio hasta el final, en el que estuvieron francamente brillantes, nos brindan mágicos momentos de estupidez consentida y brillantez aria.

Muy recomendable.

Veredicto: notable con tintes carismáticos (estupenda para verla en el tren, como la vi yo, o para verla como le salga a uno de los mismísimos)

Fdo: Vincenzo Lametto


Imagen real de la Luna, que propició la creación de este film

Trailer

sábado, 18 de agosto de 2012

Dinocroc vs. Supergator


Una de las cutres portadas que tiene la cinta


No nos engañemos. Dejémonos de tonterías, y seamos sinceros, al menos por una vez en la vida. Solo por el título, ya puedes imaginar cosas maravillosas. Un cocodrilo dinosaurio contra un súper caimán. A poco afán aventurero que tengas, y por muy nimia (valga la redundancia) que sea tu curiosidad, como mínimo, debes arder en deseos de ver esta película. Bueno, igual como mínimo no. Pero al menos de ver alguna escena te entran ganas.

Pues bien, a menos que seas un entregado cinefálico, satánico pastor de cabras adorador de la serie B, debo decirte una cosa: que no te se incendie el culo en balde.

Y es que, amigos y vecinos, en contra de todo pronóstico (anti-ironía auto-destructiva), Dinocroc vs Supergator, promete más de lo que da. Y cuando digo promete, me refiero al título.

Es el argumento de tantas y tantas: el gobierno hace pruebas para agrandar comida y dar de comer a más población, pero a la empresa que hace las pruebas se le va, como no, la cabeza, y hacen pruebas con un cocodrilo y un caimán. Y pasa lo que pasa. Caos, destrucción, y gente mutilada, todo ello a pequeña escala es lo que podemos ver en el film.

Si bien tiene buenos puntos, como la clásica conversación del superagente con su jefe, en estos términos:

(Superagente) –Estoy de vacaciones

(Jefe) –Eres un adicto al trabajo, odias las vacaciones

(Superagente) –Pescar me relaja mucho

(Jefe) –¿Por qué no te tomas otro mes libre?

En fin, y más incongruencias que es más bonito ir descubriendo.
 La película podría haber llegado a más, sin duda alguna, pero le falta un algo que no soy capaz de describir porque probablemente sobrepase los límites de lo extrasensorial, y ya tanto a uno no alcanza. Y es una lástima, porque tiene unas localizaciones bastante bonitas, unos efectos especiales bastante aceptables para lo que habrá costado hacerlos, ¡e incluso sale David Carradine! Si no le pones cara, es Bill en Kill Bill (muy recomendable, por cierto, leer como murió). Y en fin, que eso, francamente decepcionante, porque además esta es otra de esas películas sin desnudos, pero al contrario que en la formidable Sand Sharks, aquí sí habrían sido necesarios, pudiendo llegar a salvar en cierta medida la puntuación y visualización de este bizarro film. por no mencionar quel hecho de que la banda sonora (que tiene) se compone de una canción con ligeras variaciones, que repiten hasta la saciedad.

Nota: 5 (no se merece ni veredicto siquiera)

Fdo: Vincenzo Lametto


Estas muchachas no deberían llevar puesto el sostén de baño

Trailer