jueves, 20 de octubre de 2011

100 Million BC


La portada hasta mola

Muchos fueron los sentimientos que me transmitió este, digamos, film. Pero el más grande son ganas de suicidarse. Un hastío me invade ahora que la he acabado…es como un desánimo vital tremendamente fuerte e inexplicable. Bueno qué cojones, es bien explicable. Malísima, horrible, penosa, pestilente, fétida, nauseabunda, vomitiva, repugnante, nimia, insignificante, prescindible, abominable, retrete, uretra, cipote. Uf, ahora que uno se ha quedado a gustico, podemos empezar.
Madre santa que cosa más mala. Ni tiene sentido el principio ni el final, ni tiene sentido plantearse si lo tiene o no, pero es que a mí me gusta de hacerme sufrir… Veamos, unos tipos viajan al pasado (a la época de los dinosaurios nada menos) y se quedan allí. Tropecientos años después el individuo que los mandó allí decide mandar a otros para rescatarlos. La cosa es que van al pasado, luego vuelve la mitad del equipo y el pipiolo que los mandó allí, llamémoslo Gilipollas nº 1, resulta que se tiene que quedar en el pasado porque si no, no se puede cerrar el portal espacio temporal (claro está), y se sentía mal el pobre por haber dejado anteriormente tirada a su gente en la era vetetuasabercualés. Vuelven satisfactoriamente, como el que hace llegar al orgasmo a su pareja, y ¿qué sucede? Pues no te lo pierdas, que un pedazo dinosaurio se vuelve con ellos, vamos que ni cerrar un portal espacio temporal sabe hacer el Gilipollas nº 1 en condiciones. En fin, el bicho este la lía por Los Ángeles hasta que consiguen devolverlo al pasado después de darle unos pocos mareos al animalillo.
Efectos especiales más cutres que la minga de un chino, explicaciones que no serían plausibles ni en el mundo de yupi, actuaciones de lo que solemos llamar los entendidos: putamierda (un neologismo, como se puede observar). Vagabundos que pasan a un lado de la escena, gente que camina sin miedo a un dinosaurio de 6 metros de largo, dominio de los viajes en el tiempo de golpe y porrazo como para hacer que el Gilipollas nº 1 reaparezca al final de la película, y con 40 años menos…lo típico.
En fin, demencial. Repetición de escenas y un apocalíptico nudo con un suave y liviano desenlace clásico marca Asylum, que en esta ocasión no da ni el medio pego tal vez por…por nada coño, porque es muy mala. Demasiado quisiste abarcar, Asylum, demasiado quisiste abarcar… Pero joder, pasa lo de siempre, que de lo mala que es, te descojonas.

Nota: 6,5 (por el esfuerzo más que nada)

Fdo: V.L.



¿Ves esa garrapata en cuclillas hijo mio? Es un dinosaurio



Trailer sin desperdicio

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