lunes, 2 de julio de 2012

Freddy contra Jason (Freddy vs Jason)



No es la portada, pero es muy parecida


De las entrañas de tu nevera puede surgir Freddy contra Jason, pegarte un par de bofetadas, plantarte en el sofá y violar a tu familia mientras te obliga a mirar.

O si no puedes encontrártela en Neox un jueves cualquiera, sin aviso previo, y quedar prendado por su calidad encefaloplánica. 

Efectivamente la palabra encefaloplática no existe. Me la apunto como Vincenzologismo.

Cierto es que Vincenzologismo tampoco existe, la apunto así mismo para el mismo inexistente concepto.

Y es que este film me inspira, será eso, o el cabrales que acabo de comerme, pero intentaré con estas palabras animar al lector a verse este coso que algunos han dado en llamar película.

Freddy es un muchachico que creció como todos, entre onanismo y violaciones paterno filiales, en una pequeña aldea al sur de Romerales del Monte Bajo. Su infancia transcurrió tranquila hasta que un día creció de sopetón, y decidió mudarse a la gran ciudad, Romerales del Monte Alto, para comenzar su vida laboral como asesino en serie, especializado en niños. Una cosa llevó a la otra, y se acabó convirtiendo en una especie de homicida psicotrópico, que solo mataba en sueños, muy al estilo de lo que hace hoy en día la Duquesa de Alba. Pero al pobre, con el transcurso del tiempo, se le pasó el arroz, y la gente acabó por olvidarlo, con lo que ya no podía ejercer su noble profesión.

Es en este momento donde entra nuestro amigo Jason; Jason para los amigos, aunque como no tenía amigos, simplemente se le conocía como “el sinamigos”. Éste es también un colega del gremio de los asesinos, y aunque no tiene malicia ninguna, entra al trapo ante la provocación de Freddy. Y es que el pobre Jason se estaba echando la siesta del burro, cuando el golfo de Freddy se mete en sus sueños para convencerle de que reanude sus matanzas en la gran ciudad, con lo que él podría volver al recuerdo de la gente, y así volver a matar chiquillos. Aunque Jason estaba de baja laboral por depresión, le sentó tan mal que le despertaran en medio de la mañana, que se metió en faena hasta el fondo. Hasta el fondo de uno, dos, tres, y hasta veintipico chiquillos, que caen ante su enorme palo de hierro con filo y mango de plástico (machete, machete, machete, machete).

No quiero desvelar el final ya que, a diferencia de muchas mujeres en esta época del año, voy a dejar algo para la imaginación.

Si con estas breves palabras no he logrado convencerte de que visualices el film, es que no he visualizado suficientes veces el film.

Un saludo, y no pase usted calor.

Veredicto: veni vidi vici (te enamorará, y como es lógico en el amor, acabarás odiándola)

Fdo: Vincenzo Lametto




Queso de cabrales, que apesta tanto o más que la película

Película entera, en latino


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